Si algún recién llegado preguntara por una liga de fútbol en la que se puede ver un juego bravo sin duda lo remitirían al campeonato de APEM que este año juega ya su XIII edición. Allí se reunen un buen número de jugadores que muestran el zigzageo, la habilidad y la fiereza que los ecuatorianos tienen a la hora de motrar su llamado “fútbol macho”.
Parte del éxito del campeonato se debe a que allí participan jugadores que se han desempeñado
profesionalmente en Ecuador. Incluso algunos de ellos ha tenido el honor de defender la camiseta sagrada de la “tri”, como llaman a su bandera. Entre los futbolistas que pasaron por primera división en su país está Danilo Pesantes, quien militó en el Deportivo Quito, además de Unión Deportiva Juvenil de primera B.
Danilo Pesantes en la mira
Nilo, como sus amigos lo llaman, vive desde hace siete años en España. Llegó cuando tenía 23 años (ahora tiene 30) alentado por sus dos hermanos que ya vivían aquí. Animado por las perspectivas económicas que le dijeron iba a encontrar no dudó en abandonar el fútbol profesional y vino a probar suerte a Madrid. Una vez aquí, cuenta, tuvo que trabajar de todo. Pero en cuanto se enteró de los Mundialitos de fútbol que realiza la Comunidad de Madrid se presentó al equipo y quedó titular.
“Ese mismo año que jugué por primera vez quedamos campeones. Tuve la suerte de que unos señores me vieron y me llevaron a un equipo de segunda regional en Almería”. Pero debido a que su permiso de trabajo sólo le dejaba laborar en la Comunidad de Madrid Danilo tuvo que retornar a la capital a seguir buscándose la vida. Sin embargo las ofertas para jugar en tercera y segunda regional nunca le han faltado. Por eso ha pasado por varios de esos equipos en los que se cobra por partido jugado. En la actualidad sólo participa en la liga de APEM como capitán del Santo Domingo ya que su trabajo y su pequeña hija nacida hace poco concentran toda su atención.
José Oleas: la garantía de la trayectoria
Uno de los jugadores más veteranos en esta liga es José Oleas quien, además, es titular indiscutible del equipo ecuatoriano en el Mundialito de la Inmigración. Su hoja de vida futbolística le da un resplado claro para ese derecho: 13 años de jugador profesional en Ecuador en los equipos Técnico Universitario, Espoli, Liga de Portoviejo y Deportivo Cuenca. Además tuvo el orgullo de vestir la camiseta de la selección nacional de Ecuador.
Oleas llegó hace nueve años a Madrid siguiendo los pasos de su esposa, quien había decidido venir a España para mejorar la economía familiar. José en ese momento militaba en la Liga de Portoviejo y pasaba por una lesión. Además tenía 31 años y era consciente que ya le quedaba poco para seguir activo en un club de primera. Es por eso que no se lo pensó mucho cuando surgió la oportunidad del viaje. “Decidí venir para estar junto a mi familia, por eso dejé todo lo que me gustaba”, asegura.
En España le resultó duro pasar de jugador profesional a desempeñarse como albañil aunque luego encontró un trabajo como mensajero que hizo que su situación mejore. En cuanto pudo también jugó en equipos de segunda regional. Pero el trabajo le demandaba más tiempo así que tuvo que dedicarse a ello “de domingo a domingo”.
El 2008 “Pepe” Oleas abrió una escuela de fútbol para niños donde transmitía toda su experiencia. Al principo tuvo a cien pequeños bajo su tutela pero con la crisis los padres fueron priorizando gastos y el jugador no tuvo más remedio que cerrar. Sin embargo llegado el momento aún mantiene la idea de reabrir la academia. Otro de sus planes es seguir cursos de entrenador de fútbol para algún día regresar a Ecuador y dirigir el equipo de sus amores, el Espoli. “Soy hincha del Espoli, allí jugue y en algún momento me gustaría volver como entrenador”, señala. De momento da rienda suelta a su juego en el equipo Real Madrid de la liga APEM.
Tomás Arroyo
El juego duro de Tomás Arroyo lo convierte en uno de los fuertes rivales de la liga APEM. Este futbolista de 33 años llegó a Madrid hace nueve directamente del Deportivo Cuenca. Un problema financiero que atravesaba el club hizo que Tomás armara sus maletas y decidiera trasladarse a España. Aunque aun tenía un fututo por delante (tenía 23 años cuando emigró) el futbolista afirma que no se arrepiente de la decisión tomada: “En el fútbol nunca se sabe si vas a seguir o no, así que tomé mi decisión y adelante nomás”.
Arroyo también jugó en el Deportivo Quito donde fue compañero de Danilo Pesantes, con quien forma parte del equipo Santo Domingo. También es otro de los titulares de la selección ecuatoriana en el Mundialito. Este jugador también ha pasado por la liga de tercera regional de España en donde, dice, hay muy buenos jugadores ecuatorianos. En la liga de APEM Tomás, quien participa desde hace ocho años en ella, tiene la ilusión de llegar a ser campeón junto a su equipo.
Otros jugadores profesionales que juegan en esta liga son: Patricio Rivadeneira (Macará y Técnico
Universitario), Ramiro Mina (Nacional, Deportivo Quito y Técnico Universitario), Raúl Nieto (Universidad Católica, Deportivo Olmedo y Macará) como nos informa Washington Tobar, presidente de APEM y sin duda uno de los baluartes de la integración ecuatoriana mediante el deporte.
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