La población residente en España ha alcanzado un nuevo máximo histórico: 49,3 millones de personas a 1 de julio de 2025. El crecimiento, impulsado principalmente por la inmigración, refleja una transformación demográfica marcada por la llegada de ciudadanos de nacionalidades como colombiana, marroquí, venezolana y peruana según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
En el segundo trimestre del año, el país sumó 119.811 nuevos habitantes, de los cuales más de 95.000 son extranjeros. Mientras tanto, el número de nacidos en España sigue cayendo, confirmando el papel central de la inmigración en el crecimiento demográfico actual.
Por comunidades, el aumento poblacional fue generalizado, salvo en Melilla. Aragón, la Comunidad Valenciana y Baleares lideraron el incremento. También crecieron los hogares, que ya rozan los 19,6 millones.
España, cada vez más diversa y plural, reconfigura su mapa humano a través del movimiento global de personas.













