Hace aproximadamente 24 horas la promotora de la gira de Isabel Pantoja anunciaba a través de un comunicado que por “motivos de salud” y “siguiendo estrictamente el consejo de los médicos”, la tonadillera se veía obligada a aplazar a septiembre el concierto que iba a dar en Tenerife el próximo 30 de abril.
Las especulaciones acerca de su estado de salud no tardaban en surgir y diferentes medios de comunicación apuntaron a problemas renales -que sufrió estando en prisión por el ‘Caso Malaya’ y en los que podría haber recaído-, circulatorios o en una de sus piernas.
Y aunque el entorno de la artista guarda silencio absoluto sobre qué es lo que le pasa, en ‘Espejo Público’ se han atrevido a poner nombre a su dolencia: Tromboflebitis, una dolorosa enfermedad inflamatoria que provoca la formación de un coágulo de sangre que supone el bloqueo de una o más venas.
Algo que explicaría que en sus últimas apariciones Isabel haya ido siempre cogida del brazo de alguien -principalmente su hermano Agustín Pantoja o su íntima amiga Mariló de la Rubia- que serviría de punto de apoyo para poder caminar.
Tras salir a la luz esta dolencia, cobra sentido que en su último concierto en Madrid el pasado 13 de abril, Pantoja se viese obligada a sentarse en varias ocasiones durante temas emblemáticos de su trayectoria musical que en condiciones normales hubiese cantado bailando sobre el escenario como solo ella sabe hacer.
Por el momento, los médicos han recomendado a la artista que guarde reposo absoluto durante los próximos 15 días si no quiere que las consecuencias sean mayores y le impidan cumplir con sus próximos compromisos tras la suspensión de su actuación en Tenerife./ Europa Press