“El problema en América Latina no es Ecuador, ni Perú, ni Brasil, ni Venezuela, ni Panamá, los países fronterizos con Colombia. El problema es Colombia; allí es donde está la guerrilla, el paramilitarismo, el narcotráfico, los cultivos de droga, la narcopolítica, la parapolítica”, Así de duro se manifestó ayer Rafael Correa, presidente de Ecuador, en rueda de prensa tras reunirse con José Luis Rodríguez Zapatero, Jefe del Ejecutivo Español.
Correa se refería al incidente del pasado 1 de marzo, cuando el Ejército Colombiano invadió territorio ecuatoriano para acabar con un campamento del grupo terrorista Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), matando a uno de sus máximos dirigentes.
Correa quiere que Europa no crea en lo que calificó como “campaña internacional de desprestigio feroz tratando de vincular a nuestro país con las FARC”, campaña apoyada por EEUU, según sus palabras.
“Que sepan que Ecuador”, subrayó, “colabora con Colombia en una lucha que no es nuestra pero que compartimos, grupos insurgentes contra gobiernos democráticos. Esa lucha ha sido articulada, con mecanismos bilaterales. Nuestras fuerzas capturaban a los miembros de las FARC y se extraditaban a Colombia. La agresión que sufrimos es injustificable, inapelable. La campaña posterior de desprestigio es indignante”.
Finalmente ofreció su ayuda para acabar con el conflicto “pero sin sangre, para una solución pacífica, humanitaria, para la liberación de rehenes. Somos pacifistas, humanistas. El Gobierno Colombiano es soberano, si quiere resolver ese problema por la vía militar sinceramente creemos que no es el camino pero ellos son soberanos, es problema de ellos si quieren matarse entre hermanos. Pero tiene que garantizar que ese conflicto no se desborde a los países vecinos”.
Rodríguez Zapatero indicó que en ningún momento ha tenido información que vincule a Quito con las FARC. Añadió que “entiende” que el Gobierno de Ecuador “responda, aclare y deje establecidos unos conceptos porque algunas acusaciones han podido ser muy graves”. No obstante abogó por “recuperar la mejor relación entre dos países y gobiernos con los que trabajamos a gusto porque es lo que beneficia a ambos países y a ambos hechos. Las FARC no pueden dar lugar a divisiones entre países democráticos y hermanos”.Rafael Correa inició en Madrid una gira que lo llevará también por Francia y Bélgica para “contrarrestar” la “campaña de desprestigio” que, dijo, sufre el Gobierno Ecuatoriano a manos del Colombiano.
